Prólogo
El final feliz que Bill y Tom siempre habían
soñado, fue real. La vida junto a Lizzie, Valeria y los gemelos que cada uno
habían tenido, había sido lo que siempre quisieron y esperaron de la vida en
familia.
Pero un nuevo reto se presenta para los gemelos y
sus amigos los G’s. La discográfica los apura después de casi 3 años de
“vacaciones”. Pensar en largas sesiones de grabación, ensayos, futuras giras,
entrevistas y Paparazzies no es lo que estos cuatro alemanes querían.
Durante todo este tiempo habían logrado calmar las
aguas y vivir bastante tranquilos, fuera de las luces y focos de las cámaras.
Fuera de peligro.
Todos estaban casados y con hijos. No estaban dispuestos
a poner a todos de nuevo en la mira de las cámaras y las fans.
Era una decisión muy difícil porque a pesar de
todo, el bichito de la fama les había vuelto a picar cuando dieron una pequeña
entrevista en la radio meses atrás.
A pesar de todo lo malo que había ocurrido con esa
fan loca, amaban lo que hacían, habían nacido para ello. La música representaba
todo lo que ellos eran y sin ella por momentos se sentían sin identidad.
Sus respectivas mujeres apoyaban cualquier
decisión que ellos tomaran, eran una gran familia y siempre iban a estar para
darse apoyo mutuo.
A pesar de no quejarse y apoyar a Bill, Lizzie no
está muy convencida luego de su experiencia. Teme por ella y sus hijos. Y como
si hubiese tenido una premonición, el fantasma del pasado vuelve a aparecer en
su vida, tratando de arrebatarle todo aquello que no logro quitarle antes.
Noches de insomnio, de miedo, un retroceso en su
terapia y ataques de pánico hacen que su matrimonio tambalee. Pero tanto ella
como Bill no darán el brazo a torcer y no permitirán que les arruine lo que con
tanto esfuerzo y amor lograron. Costará pero se entregan a ello, porque saben
que no hay nada más fuerte que el amor.